Cerebro y actividad física

¿Les cuesta estar de buen humor? ¿Se concentran con dificultad? ¿Se sienten estresados? Quizá la solución no sea tan complicada si integramos a nuestra rutina diaria un elemento que podría ayudarnos a tener una vida más saludable y feliz: la actividad física.

Somos la creación de Dios más perfecta que existe y contamos con un órgano que dirige, como buen capitán, nuestro correcto funcionamiento. Me refiero a la estructura más fascinante y compleja llamada “cerebro”.

Aunque no parezca, se llevan décadas de estudios científicos sobre el cerebro y cada vez se revelan nuevos datos.

No se imaginan el impacto que el ejercicio físico puede tener en nuestro cerebro; se ha comprobado que tiene efectos inmediatos con el estado de ánimo, porque estimula de manera directa a los neurotransmisores positivos como la serotonina, la dopamina, la noradrenalina, las endorfinas, entre otras.

Pero, lógicamente, son importantes tanto la frecuencia como la intensidad en nuestras rutinas de ejercicios.

La actividad física de intensidad media a alta, de 45 minutos en promedio, realizada tres veces por semana, ayuda mucho a reducir el estrés, mejorar el humor y mantenerse concentrado.

Gracias al ejercicio a largo plazo el cerebro cambia, pues nacen nuevas células cerebrales que funcionan incluso mejor que las que llevamos en el hipocampo (zona del cerebro que se encarga de la memoria) desde que nacemos.

Es momento de ponerse en movimiento con la actividad que más les guste desde casa. Si pueden hacerlo en familia, mucho mejor.

Prof. Alicia Cárdenas Guerra

Coordinadora de Secundaria

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